martes, 13 de julio de 2010


Ésta es una foto del Sr. Pérez. El Sr. Pérez Oso.

La historia de este ejemplar es una muestra más de como la vida es cíclica. En 1989 entró ilegalmente en la isla una cría muy joven de perezoso de Linnéo o de dos dedos, Choloepus didactylus y fue mi esposa (también zoológa y en aquella época sólo mi novia) la que lo sacó adelante a base de biberón. Nosotros por aquella fecha todavía no teníamos el núcleo zoológico y quedó en depósito en un pequeño zoo del sur de Tenerife.

Bueno, han pasado 20 años y el zoo ha sido clausurado por varias irregularidades, por incumplir la normativa de bienestar animal y la Ley 31/2003 (de conservación de especies de fauna en Parques Zoológicos). Habían muerto muchos animales de inanición, deshidratados, etc. Cuando fuimos a recoger los ejemplares que quedaban, algunos se estaban comiendo a sus conespecíficos muertos... Sin comentarios.

Cual sería nuestra sorpresa cuando, el 14 de julio de 2008, entre los animales que tuvimos que recoger estaba todavía el Sr. Pérez.

Con unos 20 años está en el último tercio de su vida (el record de longevidad conocido es de unos 28 años). Está bastante mayor pero como todo para él, la vida ahora transcurre sin estrés. Actualmente convive con Tazo y Guata una pareja de monos ardilla, Saimiri sciureus, ya pondremos fotos cuando hablemos de ellos.

Es un ejemplar saludable a pesar de lo que ha tenido que pasar (especialmente en los últimos años en el zoo del sur) y debo decir que siento debilidad por este bicho. A pesar de su lentitud tiene unas peligrosas garras y cuando lo tuvimos que capturar para trasladarno a nuestro Centro mordió la mano de uno de los agentes del seprona atravesándola de lado a lado con sus agudos caninos. Se toma la vida con filosofía y cuando alguno de los saimiris le salta encima, abre la boca y a cámara lenta intenta morderlos, lo gracioso es que cuando acaba de girar la cabeza ya no hay mono porque estos hace rato que se han marchado...

Alguna vez los ha pillado despistados (sobre todo alguna cola) pero curiosamente no los muerde con fuerza (cosa que podría hacer como el agente del SEPRONA sabe bien), sólo les da un pellizco, sin cerrar del todo la boca, a modo de advertencia.

Por la noche duermen los tres acurrucados juntos así que la verdad es que en el fondo se llevan muy bien.

Próximamente más.

Saludos.

2 comentarios:

  1. simpre he admirado tu trabajo, y me alegra de esta iniciativa de blog, así nos enteramos de esas interesantes historias muchas de ellas dignas de reflexión.
    Lo que sucedía en el zoo del sur no tiene nombre y se sabía hace años incluso hubo denuncias de los propios clientes, en fin todo un alivio su cierre....
    todavía hay zoo que tu bien conoces que de cara al público bien pero puertas para dentro la cosa cambia

    un abrazo a ti y a la familia

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  2. Desgraciadamente esta situación se repite más veces de lo que debería. Esperemos que la Ley 31/2003 acabe siendo efectiva y ponga a cada uno en su sitio, cerrando los Parques Zoológicos que no hacen bien las cosas y potenciando los que realmente tienen fines de conservación, investigación y educación (un porcentaje ínfimo...).

    Gracias por los ánimos.

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